
Sistemas conectados y ciberseguros: así evoluciona la automatización industrial en América Latina4 min lectura
En el marco del crecimiento sostenido que vive América Latina en materia de automatización industrial, Perú muestra un avance particularmente relevante. El mercado nacional, proyecta un crecimiento anual compuesto del 5,98 % entre 2024 y 2029, impulsado por sectores estratégicos como la minería, la manufactura y la agroindustria. Este dinamismo se explica por la necesidad de modernizar procesos, integrar tecnologías conectadas y reforzar los estándares de ciberseguridad en operaciones críticas.
En el plano regional, América Latina experimenta un avance sostenido en la automatización industrial, impulsado por la necesidad de adaptarse a nuevas exigencias regulatorias y mejorar la competitividad. Según Mordor Intelligence (2024), el mercado latinoamericano de automatización de fábricas y controles industriales alcanzará los USD 17 350 millones en 2025, y crecerá hasta USD 24 950 millones en 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 7,54 %.
Este desarrollo responde a tres fuerzas convergentes: regulaciones ambientales más estrictas, la urgencia de garantizar la continuidad operacional y el avance de tecnologías digitales que habilitan decisiones basadas en datos. Las empresas están rediseñando sus procesos para alinearse con nuevos estándares de sostenibilidad y eficiencia.
Para Adriana Fonseca, directora de Industrial Automation para Chile, Perú y Bolivia en Schneider Electric, este cambio requiere una actualización profunda de la infraestructura tecnológica donde “las industrias deben migrar desde sistemas legacy hacia tecnologías más eficientes y escalables, que integren protocolos de comunicación actualizados y cumplan con estándares de ciberseguridad industrial. Los equipos antiguos no cuentan con certificaciones que hoy son obligatorias en entornos críticos”.
Uno de los principales riesgos asociados a esta falta de actualización es la baja disponibilidad de repuestos y soporte técnico, lo que pone en peligro la continuidad operativa. “Un solo componente obsoleto puede detener una planta por días o semanas. Modernizar los sistemas es esencial para mantener la operación en marcha”, agrega Luis Maldonado, Champion Services South America en Schneider Electric.
Y es que la automatización, junto con la digitalización avanzada, se ha convertido en un habilitador clave para aumentar la eficiencia, reducir costos y mejorar el desempeño productivo. Así lo destaca un análisis de McKinsey & Company (2022), el cual muestra que la implementación efectiva de estas tecnologías puede reducir el tiempo de inactividad de máquinas en un 30 a 50%, aumentar las tasas de producción entre un 10 y 30% y mejorar la productividad laboral en un 15 a 30%. Además, las herramientas digitales han logrado incrementos de hasta un 85% en la precisión de las proyecciones operacionales.
No obstante -explica Fonseca- el camino hacia la digitalización no está exento de desafíos. “Siempre va a existir resistencia al cambio. Dar el salto a nuevas tecnologías genera dudas, sobre todo en procesos productivos donde no hay margen de error. Los clientes esperan soluciones probadas y confiables, por lo que uno de los mayores desafíos hoy es cultural: la adopción del cambio”, precisa.
Para acompañar a las empresas en esta transformación, Schneider Electric ha desarrollado un ecosistema de soluciones integradas bajo su arquitectura EcoStruxure, que permite abordar todo el proceso de automatización de forma escalable y personalizada, además de control en tiempo real, software y servicios digitales. “Se trata de una plataforma end-to-end que va desde el producto conectado en terreno hasta la capa superior de analítica. Con ella puedes contextualizar datos, aplicar inteligencia y obtener indicadores clave (KPI) que te permitan tomar decisiones más estratégicas y sustentadas”, explica el ejecutivo.
Gracias a esta tecnología y los servicios digitales que ofrece la compañía, como análisis de datos predictivos, IA y monitoreo remoto, es posible implementar soluciones de automatización industrial escalables que permiten diseñar y operar sistemas conectados con altos estándares de ciberseguridad. Estas herramientas no solo mejoran la eficiencia y la rentabilidad de las plantas, sino que también ofrecen la flexibilidad necesaria para adaptarse en tiempo real a los cambios del mercado y las condiciones del negocio.
En resumen, el camino hacia las industrias del futuro exige una visión más amplia: no se trata solo de automatizar, sino de construir entornos operativos más resilientes, inteligentes y sostenibles. En esa ruta América Latina avanza paso a paso, impulsada por tecnologías que ya no son una opción, sino una condición para mantenerse dentro del mercado.